Mendoza, Argentina:Alta gastronomía, en la cuna del Malbec.
- Dalma Díaz Pinto
- 2 jul 2024
- 8 Min. de lectura
Si lo que buscas es un destino con patrimonio culinario que combina sabrosa comida y bebida con historia, orgullo y vinos de alta calidad; que posee una completa oferta de infraestructura hotelera y de servicios turísticos complementarios, donde puedas ir durante todo el año, contando con conectividad aérea y terrestre fluida y cómoda, debes viajar al sur de América y vivir Mendoza, en Argentina, que hipnotiza con su propuesta turístico gastronómica, que cumple con lo que un viajero de alimentos valora.
Mendoza es una de las provincias de Argentina. Está ubicada en el centro de este país, al pie de la Cordillera de Los Andes, que le separa con Santiago de Chile, desde donde se puede llegar vía aérea en sólo 35 minutos arribando a un aeropuerto internacional que cuenta con cerca de 200 vuelos semanales y conexiones internacionales provenientes de todo el mundo. Conocida como la tierra del sol y del buen vino, tiene veranos calurosos e inviernos fríos. Llueve poco, en promedio no más de 250 mm por año y tiene algo muy especial para el turista. Reúne en un mismo lugar la vida de las ciudades cosmopolitas, en calles limpias y ordenadas donde se respira la tranquilidad que ya perdieron las grandes capitales.
Hay vida nocturna, y una naturaleza de campo, nieve, ríos y montañas, donde el vino es el protagonista de una oferta de experiencias integradas. Es la cuna del Malbec, que por las características del clima, del suelo y de las técnicas que sus productores aplican con su expertise vitivinícola, hacen que esta variedad originaria de Francia, se comporte de forma diferente, dando como resultado un vino de calidad muy cotizado a nivel mundial, a lo que se suman otros varietales muy bien logrados para los enoturistas y amantes del buen vino.
Recientemente, Mendoza celebró ser parte del mapa de quienes viajan largas distancias si es necesario, para vivir el sentido de un destino, a través de su comida y de su bebida. La Guía Michelin llegó a Argentina este año, y de las 10 estrellas que otorgó a este país, siete quedaron en Mendoza. Cuatro en la categoría restaurantes y tres, en restaurantes sostenibles.
La siguiente es una antología de propuestas turístico gastronómicas mendocinas, que representan la excelencia de este destino, que orienta su propuesta hacia una alta gastronomía que se complementa con el posicionamiento bien ganado de su tradición vitivinícola, la influencia de los colonos, el respeto por la cosmovisión ancestral y la innovación tecnológica, cuyo sentido puedes vivir durante los 365 días del año.
La cocina ítalo mendocina de Francesco Ristorante.
Francesco es el nombre de este espacio, donde el legado culinario de los colonos italianos y su arribo a Mendoza, es palpable en una carta que fusiona la cocina familiar itálica que su fundadora la Nonna Fernanda y su esposo Francesco, instauraron como pioneros de la gastronomía local en 1954, y que su hija María Teresa tomó incorporando los sabores mendocinos.
El restaurante está en el centro de la ciudad de Mendoza en la casona familiar, que fue reacondicionada considerando el diseño y la funcionalidad en cada espacio. Se encuentra al lado de Gio Bar y de Il Mercantino, los otros dos locales gastronómicos de la familia Barbera, con lo cual, han creado un complejo gastronómico para ir durante todo el año.
La cava de Francesco Ristorante es muy completa. Es subterránea, tiene más de 450 etiquetas y vinos tesoro guardados por años.
Siguiendo los pasos del Malbec. Olivícola Laur.
El aceite de oliva es uno de los productos estrella de Mendoza. El destino obtuvo la primera identificación geográfica para un aceite de oliva en América y cuenta con esta Olivícola entre sus experiencias integradas de turismo gastronómico, como un referente de la calidad de este producto, que se ha incorporado en un imperdible en la ruta de los viajeros que valoran la alta gastronomía en el mundo.
Olivícola Laur fue fundada en 1889 por el inmigrante francés Francisco Laur, un visionario de la industria alimenticia que plantó olivares entonces en Mendoza. La empresa cuenta con procesos que salvaguardan las recetas de antaño, con innovación tecnológica que garantiza una trazabilidad y variedades de aceite, posibles de conocer, degustar y comprar en tours guiados por el staff de la compañía.
La olivícola fue nombrada por la Evoo World Ranking como la olivícola Nº1 del mundo el 2021 y el 2022, lo que colocó la marca con su experiencia de turismo gastronómico en el Top 11 de las mejores olivícolas del mundo. Cuentan con una base de cinco tipos de aceite de oliva, cinco variedades de conservas de aceitunas, conservas de productos complementarios, y vinos de los varietales orgánicos Malbec y Cabernet Sauvignon.
La biodinámica como principio. Bodega Alpamanta.
Alpamanta es una bodega boutique, cuyo nombre significa en la lengua indígena local, “amor por la tierra”, concepto que implica trabajar en armonía con la naturaleza. Los vinos se elaboran con agricultura biodinámica que respeta el suelo y su biodiversidad, en un viñedo que está a 950 metros sobre el nivel del mar, en una Mendoza donde hay sol un promedio de 330 días del año, poca lluvia (220 mm anuales) pero suficiente para tener un suelo exquisito en su combinación de calcáreos superficiales, arena, limos y arcillas.
Se utilizan uvas orgánicas – biodinámicas certificadas del mismo viñedo, con lo que se identifica el terruño, y con la tecnología que han incorporado, se reduce al mínimo la manipulación del proceso de vinificación. Usan además, las botellas más livianas del mercado y el packaging es reciclado. El resultado: malbec, cabernet sauvignon, merlot, petit verdot, syrah, chardonnay; sustentables y de alta calidad.
Es posible ir a la bodega, y recorrerla en visitas guiadas. La energía que se siente en medio de una arquitectura biodinámica del lugar incluyendo el relato del equipo de atención y venta, y degustaciones, hace la experiencia un momento de sabroso bienestar.
Huentala Wines en Valle de Uco.
El Valle de Uco, es uno de los epicentros del vino más importantes de Mendoza. En él está Huentala Wines, un complejo inserto en un paisaje hipnotizante junto al Volcán Tupungato, en la localidad de Gualtallary con 230 hectáreas de viñedos regados con agua prístina de los deshielos de la Cordillera de Los Andes, fundado por una familia con tradición vitivinícola, liderado por el empresario Julio Camsen. La finca se ha construido pensando en la recepción del visitante y que éste viva una experiencia integral, relacionada con el vino como el protagonista seductor. Hay un salón para eventos corporativos y sociales, donde es posible aprender de enología con catas dictadas por el equipo técnico del staff; un lodge con dos habitaciones de lujo y un restaurante al que se puede ir durante toda la semana con reserva previa.
Huentala Wines produce los varietales Cabernet Franc, Chardonnay y Malbec, que pueden convertirse en el maridaje perfecto de un menú basado en cocciones al fuego, y el Menú Rastro, que propone a través de su comida y su bebida, con una bien lograda incorporación de las artes plásticas en su montaje y uso del color, las materias primas locales y los sabores, un viaje por la historia de Mendoza, conectada con el mundo. Desde los primeros pobladores que llegaron recorriendo la costa pacífica, la migración europea y centroamericana, y la integración limítrofe que presenta una Sudamérica unida y una Mendoza cosmopolita que se enorgullece de la fusión que le hace lo que es.
El grupo Huentala, ha construido una experiencia integrada donde el turismo y la gastronomía se mueven a nivel de excelencia. Además del complejo Huentala Wines, es propietario también de Huentala Hotel reconocido por incorporar el arte como uno de sus sellos identitarios en cada espacio de la infraestructura en el centro de la capital, de Sheraton Mendoza Hotel y de Hualta Hotel Curio Collection by Hilton, el primer hotel bodega urbano de América Latina, ubicado en el kilómetro cero de la ciudad de Mendoza.
El 4 de abril, Huentala Wines marcó un hito histórico para el mundo del vino. Comenzó a producirlo en el mismo Huala Hotel. Es la primera vez que se hace esto en el centro de Mendoza, desde que la ciudad fue creada, lo que coloca a ésta una vez más en el foco de interés de los viajeros de turismo gastronómico internacional.
Las estrellas que realzan la experiencia de El Enemigo con Casa Vigil.
Restaurante Casa Vigil, es parte de Universo Vigil, el concepto creado por el enólogo Alejandro Vigil, nombrado como una de las personas más influyentes en el mundo del vino, por la Revista Decanter, llamado también “el Messi del Vino”, por ser el primero que consiguió 100 puntos Robert Parker para los vinos argentinos Gran Enemigo single Vineyard Gualtallary 2013 y Adriana Vineyard River Stone 2016.
Su bodega y sus vinos El Enemigo, llevan este nombre basados en su filosofía de la lucha interna que tiene el ser humano, lo que se representa en el logotipo de su marca, donde hay un hombre que enfrenta a un dragón, que representa los miedos humanos.
Ubicado en el sector de Cachingo, en el predio donde está también la Bodega Aleanna donde se producen los vinos El Enemigo y Gran Enemigo del mismo Universo Vigil, el restaurante se encuentra en una casona de arquitectura rústica, inspirada en el relato del Dante en la Divina Comedia, con tres salones y el concepto revolucionario de hacer un viaje desde el infierno al purgatorio, a través de una experiencia sensorial que culmina en un banquete en el paraíso junto a las personas que son especiales para ti, y donde el vino es un importante protagonista.
La Guía Michelín 2024, le otorgó una estrella por su cocina de gran nivel, y una estrella verde por gastronomía y sustentabilidad. La cocina se basa en productos de la huerta familiar de acuerdo con la estación, con recetas familiares y la carta de los vinos del Universo Vigil. Existe el mundo de las degustaciones, donde uno elige cómo maridar la comida, desde tres hasta 11 tiempos.
La cocina de finca que cuenta historia. Durigutti Family Winemarkers.
Héctor y Pablo Durigutti crecieron en el mundo de los winemarkers y tomaron la decisión de seguir ese camino. El 2002 hicieron su primer vino juntos y hoy, son referencia de la nueva generación de enólogos de Argentina. El 2007, compraron las primeras hectáreas en el sector de Las Compuertas en Luján de Cuyo y el 2008 comienzan a producir sus vinos. Les fue muy bien. El 2010 su Malbec es reconocido dentro del Top 100 de Wine Spector y hoy, cuentan con su Finca Victoria, donde hay una bodega boutique que abre sus puertas a los turistas, con dos casas de huéspedes que ellos mismos denominan un espacio perfecto, para quienes desean despertar viendo los viñedos.
El 2022 inauguraron su restaurante 5 Suelos Cocina de Finca, que a principios de este 2024, fue recomendado por la Guía Michelín.
El restaurant se llama 5 Suelos, en honor a los diferentes tipos de tierra que hay en la finca. Está en medio de los viñedos y es liderado por la chef y Embajadora Marca País Patricia Courtois, con una gastronomía que prioriza el uso de los productos de estación que se cultivan de manera orgánica en la misma Finca y de pequeños productores que integran su cadena de abastecimiento. Hay 4 menús, dentro de los cuales destaca el de 5 pasos, llamado 5 Suelos, y el Historia, de 14, que permite llevar consigo, la influencia de cada época de la historia de Argentina en la gastronomía y la vitivinicultura, con un maridaje cuidadosamente seleccionado.
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